Estoy aburrida, yo la primera.

Resulta paradójico pensar en cómo
en pleno siglo XXI, y con todo al alcance de un mero clic sigamos envueltos en
el aburrimiento. Pero déjenme que les diga no es el aburrimiento sino el hastío
vital la pandemia que asola a muchos adolescentes hoy en día. No obstante, esto
no es algo nuevo, esta angustia ya albergó las almas de muchos jóvenes a
finales del siglo XIX, jóvenes cuya vía de escape fue la literatura y que
dejaron un legado cultural incalculable a manos de escritores tales como
Unamuno y los componentes de la conocida Generación del 98. Sin embargo,
desgraciadamente, este hastío hoy en día no llama a la literatura como hiciera
entonces, sino a los vicios de una sociedad desgastada que derivan en conductas
abusivas y degradan a los novatos participantes de este juego al que llaman
vida.
Aburrimiento en una juventud que ha cambiado
una tarde en el campo por una tarde de consolas, una juventud que ha cambiado
una cena familiar por un chat cualquiera. Una juventud que al fin y al cabo, ha
cambiado.
Por ello, ya no solo estoy aburrida. Simplemente, estoy
harta.
Rocío Savas
¡Feliz 2018!
ResponderEliminarVaya, interesante reflexión. Un poco pesimista ;)
Viéndolo desde otro punto de vista, diré que el aburrimiento solo es la gasolina para la creatividad y los nuevos movimientos sociales. ¡Démosle un tiempo para que actúe!
Un besito :D
Hola Camino,
ResponderEliminar¡¡Igualmente!!
Ciertamente, comparto tu opinión, quizá sea solo cuestión de tiempo.
Muchas gracias por comentar.
Un besito :)