Perdida entre violetas,
llegó la primavera.
Los almendros sonríen,
sus hojas tiemblan.
Han pasado muchos meses,
ya casi perdí la cuenta.
Burbuja de cristal,
felicidad envuelta.
Ella era una niña,
con la curiosidad por bandera.
Salió de casa,
cerró la maleta.
Tenía miedo, o eso decía ella,
ser el puzle que no encaja,
ser la pieza que se queda.
Era septiembre,
coraza de hierro,
despedidas a medias.
Frente a frente con un futuro,
sin pensarlo abrió la puerta.
Han pasado muchos meses,
ya casi perdí la cuenta.
Miro atrás y sonrío,
todo ha merecido la pena.
Que bonito y que razón tienes.
ResponderEliminarGracias, Alfonso!! :)
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