sábado, 11 de mayo de 2019

Y de repente todo tembló (Lorca 2011)


Y de repente todo tembló.

Era un miércoles cualquiera para una niña de casi 11 años. Mayo y primavera de un 2011 ahora lejano. Sin embargo, aquel día quedó grabado en la retina de miles personas que, como yo, vieron sus cimientos temblar en apenas unos segundos.

No podría describirlo con palabras, pero es una sensación que no se olvida.

Terremoto, gritos, lágrimas, silencio.

Por un momento ves caer los pilares que sujetan tu ciudad y tu vida. Tienes miedo, mucho. Empiezas a correr, buscando un lugar seguro. No comprendes el por qué, todo en tu mente está oscuro. Las calles están llenas de silencios en las esquinas. Todos miran y contemplan lo que había sido hogar, lo que se convirtió en ruinas.

Dicen que los desastres unen a las personas y, por un día, en Lorca dejamos de ser miles de desconocidos para convertirnos en familia. Vi reflejada humanidad en la mirada de los que me rodeaban y en aquellos que llegaron de fuera tendiendo su mano. Solidaridad entre hermanos. Nos ayudamos y cooperamos y nos sentimos todos las piezas de ese puzle que se había hecho pedazos.
Poco a poco, juntos le devolvimos el brillo que nuestra querida Ciudad del Sol había perdido. Han pasado ya 8 años, pero esos momentos no se olvidan. Una ciudad rota, pero con gente muy unida.

Todos somos Lorca

11/05/2011






1 comentario:

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