“Pero siempre habrá poesía”,
escribió Bécquer cuando enmudeció la lira.
Porque
escribir es otra forma de salir a flote en mar abierto
cuando
ni siquiera sabes que te estás ahogando.
Es
plasmar el alma en verso,
que
teme al beso de una hoja en blanco.
Operación a
corazón abierto,
que late a un
silencio,
confidente del insomnio.
Es
el rezar del ateo,
la
locura del cuerdo,
la
pesadilla del sueño.
Elixir
de un veneno
que
desgarra,
quema
y
cura por dentro.
Refugio de palabras
ante el verdugo del tiempo
que encontraron en el papel
una eternidad
para seguir viviendo.
#díamundialdelapoesía
Hacía tiempo que no entraba en tu blog. Y me encuentro con esta maravilla de poema. Has plasmado una idea tan profunda como la "eternidad del verso" de una manera estupenda. Sigue escribiendo así,consigues entretener en una epoca complicada. Ánimo!!!
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