Vivimos en un mundo oportunista, en una sociedad manchada por el ansia de poder, las medias verdades, el engaño y la corrupción. Parece que estos temas, tan en boga últimamente en los titulares de cientos de periódicos, conciernen tan solo a aquellos que se hacen llamar políticos. No obstante, la hipocresía se ha adentrado en nuestras vidas como uno más, corroyéndonos desde el interior, maquillando nuestra personalidad, amistades e incluso nuestras relaciones personales. ¿Se pueden comprar tus principios?
En este mundo hipócrita predominan las apariencias, eso de aparentar parece estar de moda, el “todo va perfecto” es el llamado trending topic de la sociedad. Otro ejemplo de hipocresía lo encontramos en las famosas redes sociales. ¿Quién no ha oído hablar de ellas? Y si usted no lo ha hecho que sepa que va a ser tachado de anticuado por esa gente que se trata a sí misma de tolerante y ajena al critiqueo. Con ello me estoy refiriendo a todo el mundo.
En las redes sociales encontramos cientos de perfiles perfectos, de personas cuyas vidas son increíblemente divertidas, arriesgadas y donde ni una mota de polvo mancha la imagen de las mismas. Eso es hipocresía. Esa es nuestra sociedad.
Déjenme que les diga que si no intentamos ser más transparentes, más veraces, o quizás tan solo más fieles a nosotros mismos, acabaremos formando parte de la máscara del mundo. Intentémoslo, en el caso de que no sea demasiado tarde, claro.
Rocío Savas
Rocío Savas
Tú lo has dicho un mundo hipócritas, lleno de hipócritas con muchas cosas hipócritas...
ResponderEliminar¡SE MUUUUY FELIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIZ 💛!
Una reflexión estupenda, muy importante eso que has dicho de ser fieles a nosotros mismos.
ResponderEliminarMe gusta mucho tu blog,estoy deseando terminar la lectura que llevo entra manos "crímenes duplicados"(trilogía de Hjorth), el primero era "secretos imperfectos",una serie de novela negra muy enganchante, para empezar a leer la lectura que nos recomiendas.